El descubrimiento casual del Australopithecus afarensis


Las huellas más antiguas que se conocen del primer antepasado del hombre, el australopithecus afarensis, fueron descubiertas en Laetoli, Tanzania, en el transcurso de un partido informal de fútbol (con una boñiga de vaca como pelota), con el que se divertían los miembros de una expedición científica. 

Uno de los antropólogos cayó rodando por un terraplén y, paradójicamente a cuatro patas, se topó literalmente de narices con la prueba de que hace 4 millones de años el hombre andaba erguido.

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