"El Clan del Oso Cavernario": el libro y la película

Escena de la película El Clan del Oso Cavernario.

La historia de Ayla, una niña huérfana que vivió en una época muy lejana a la nuestra y que anhelaba un hogar, se convirtió en el Clan del oso cavernario en un fenómeno global. Su autora, la escritora estadounidense Jean M. Auel, lleva ya seis títulos publicados de la serie Los hijos de la tierra, convirtiéndola en la serie más vendida de todos los tiempos. Traducida a 35 idiomas, la serie ya ha vendido más de 45 millones de ejemplares, tres de ellos en España y Latinoamérica.

Libros sobre la prehistoria

La historia de Ayla continúa y en La tierra de las cuevas pintadas, novela recién llegada a las librerías. Se trata del cierre de la saga de Auel. Han pasado los años desde que Ayla, la niña cromañón, fuera expulsada del Clan del Oso Cavernario e iniciara un largo viaje por todo el continente europeo. Finalmente se establece en la Novena Caverna de los zelandonii, lugar de donde proviene su compañero Jondalar, padre de Jonayla.
En una búsqueda interna, la protagonista lucha por encontrar un equilibrio entre sus nuevas obligaciones como madre y su preparación para convertirse en líder espiritual y curandera. Las fuerzas de la naturaleza y las asombrosas pinturas que encuentra en algunas cuevas la ayudan a sentirse especialmente cercana a la madre tierra.
"Allí donde la superficie era relativamente dura había más signos y puntos pintados en rojo y negro, pero salvo por el megaceros, Ayla tuvo la sensación de que la sala estaba llena de marcas desorganizadas sin ningún sentido para ella. Pero empezaba a comprender que nadie sabía qué significaban todos los elementos de las cuevas pintadas". Con esta reflexión, Ayla descubre los mensajes escritos en las paredes y piensa sobre su propia identidad y la de las tribus que la rodean.



Ayla es el nombre de la protagonista.


En ella no existe resignación sobre el futuro, y es a través de la duda y de sus propios cuestionamientos que el personaje construye su realidad. Jean M. Auel combina sus dotes narrativas con su imaginación y rigor científico, reconocido públicamente por especialistas en el tema, para revivir una prehistoria con personajes que tienen opinión sobre la vida, participan en tribus, comparten felices con sus familias y se sienten dueños de su propio destino. Minuciosas y largas investigaciones en terreno demuestran que Auel no improvisa sobre las creencias, creatividad y vida cotidiana de los europeos de la época prehistórica.
Catalogada por The New York Times como "un panorama magistral de la cultura humana en su primera época", la obra representa una mirada a través de la cual se respira de manera cotidiana el espíritu de la era glacial. La caza de leones, el traslado constante de la protagonista por la inmensidad del paisaje natural, y las reuniones con los curanderos y líderes espirituales, son algunos elementos habituales que convierten a La tierra de las cuevas pintadas en una visión abierta y sin prejuicios sobre los orígenes humanos.



El Clan del Oso Cavernario
  
En la última fase de la Era Glacial, cuando neandertales y cromañones compartían la tierra, Ayla, una niña Cromañón de 5 años, queda aislada de su tribu por culpa de un terremoto y es acogida por un grupo de neandertales. Valiente e indomable la joven al principio inspira sorpresa, luego cautela y, por fin, es aceptada por parte del clan. Iza, la curandera y Creb, el Hombre Santo, cuidan de ella. Ayla se interesa por las cacerías y los preparativos de las armas, algo que está prohibido a las mujeres y que ella, no obstante, domina con maestría.


El Valle de los Caballos

Tras ser expulsada del clan de los neandertales, la joven Ayla decide buscar a los de su propia estirpe, los cromañones, y emprende un viaje lleno de peligros y aventuras hasta que encuentra una cueva donde refugiarse durante un tiempo.
Su extraordinario instinto de supervivencia y su mente inquieta le llevarán a grandes descubrimientos como hacer fuego «de piedra» y domesticar animales, entre ellos, la yegua Whinney, que se convertirá en su fiel compañera. Por otro lado, tendrá que combatir la soledad y el dolor por ese hijo de 'espíritus mezclados' que tuvo que dejar atrás.
El destino conduce a Ayla hasta Jondalar, un hombre del clan de los zelandonii herido, a quien lleva a su cueva para curarlo. Durante estos meses de convivencia comparten conocimientos, aventuras y sentimientos.


Los cazadores de mamuts

Después de unos meses en el Valle de los Caballos, la pareja formada por Ayla y Jondalar inician un nuevo viaje. Cuando se encuentran con los mamutoi, un clan de cromañones, deciden permanecer una temporada con ellos.
Los mamutoi son cazadores de mamuts que ya utilizan los huesos y el marfil para tallar esculturas, construir viviendas y fabricar herramientas. Con la piel de los mamuts fabrican vestidos y, además de cazarlos, los honran espiritualmente.
En la relación entre Ayla y Jondalar surgen las primeras dificultades, cuando coinciden con Ranec, un hombre atractivo, de rasgos exóticos, que se enamora de Ayla.




Las llanuras del tránsito


Ayla y Jondalar se despiden de los cazadores de mamuts y emprenden un largo viaje a través de Europa que durará más de un año, hacia las tierras de Jondalar, territorio de los zelandonii, lo que hoy en día es el Sur de Francia.
La pareja, acompañada de dos caballos y un lobo amaestrado, se expone a grandes peligros al atravesar ríos, glaciares y desiertos. Pero también compartirá habilidades y descubrimientos con diversos clanes, con los que se encontrará a lo largo del camino.
A pesar de todas las dificultades a las que deben enfrentarse, la pareja, impulsada por el fuerte deseo de establecerse finalmente en un lugar y conseguir un hogar, decide continuar el trayecto a través de una tierra inhóspita y desconocida.

Los refugios de piedra


Tras un difícil viaje a través de Europa, Ayla y su compañero llegan finalmente a la Novena Caverna de los zelandonii, el hogar de Jondalar, hoy día en el valle de la Dordoña francesa.
Los zelandonii sienten fascinación por las nuevas ideas que aporta la joven pareja pero también se muestran recelosos. Les llaman especialmente la atención el portalanzas, una nueva arma de caza muy eficaz, así como el rápido método de encender fuego con pedernal y pirita de hierro; sin embargo, el lobo domesticado y el extraño acento de Ayla causan reticencia.
Pero, gracias a sus habilidades curativas, su inteligencia y sus conocimientos, la protagonista Ayla logra finalmente ser aceptada, formaliza su relación con Jondalar y encuentra en la líder espiritual de la Novena Caverna una nueva compañera con quien compartir sus conocimientos.

La tierra de las cuevas pintadas


Hace ya muchos años que Ayla, la niña cromañón, fue expulsada del Clan del Oso Cavernario y que inició su largo viaje por todo el continente europeo. Finalmente, en este libro, La tierra de las cuevas pintadas, se ha establecido en la cueva de donde procede su compañero Jondalar, con quien ha tenido una muy deseada hija llamada Jonayla. La joven lucha por encontrar un equilibrio entre sus nuevas obligaciones como madre y su preparación para convertirse en líder espiritual y en curandera. Durante su formación queda muy impactada al contemplar las maravillosas pinturas que se encuentran en algunas cuevas y le ayudan a sentirse especialmente cercana a la Madre Tierra.



Trailer de la película 
El Clan del Oso Cavernario

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